"Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora". Proverbio hindú.
"Un libro, como un viaje, se comienza con inquietud y se termina con melancolía". José Vasconcelos (1882-1959) Filósofo, educador y político mexicano.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Blancanieves y la maldición de su madrastra IV

Mientras Blancanieves y el joven príncipe se dirigían hacia el Puente de los Trols, escucharon ruidos extraños y se detuvieron un instante escondiéndose detrás de unos arbustos que había cerca del camino. Desde allí divisaron dos figuras humanas. El joven príncipe desenvainó su espada y se preparó para atacar, pero se quedó inmóvil al ver correr a dos chiquillos sucios y harapientos. Blancanieves y el príncipe salieron de su escondite sorprendiendo a los niños.
- ¿Quienes sois?, les preguntó el príncipe.
- Asustados, los niños contestaron -Yo soy Hansel y ésta es mi hermana Gretel.
- ¿Por qué corréis?, dijo Blancanieves.
- Huimos de la malvada bruja y buscamos a nuestro padre, exclamó Hansel.
- ¿Qué habéis hecho para que quiera apresaros?, preguntó de nuevo Blancanieves.
- Estábamos en el bosque ayudando  a nuestro padre a cortar leña para llevarla a casa. De repente, aparecieron varios hombres vestidos de negro y una señora muy guapa. Ella dijo que si queríamos volver a ver a nuestro padre deberíamos hacerle un favor, explicó Gretel.
- Teníamos que entrar en una casita, custodiada por otra bruja y robarle una pócima mágica sin que ella se diese cuenta. Nos advirtió de que no debíamos coger absolutamente nada de lo que había en la casa, excepto el cofre con la pócima, les contó Hansel.
- ¿Y qué pasó?, preguntó expectante el príncipe.
- La casita, era de chocolate y en ella había miles de dulces y golosinas. Cuando llegamos, la bruja dormía cerca de la chimenea. Encima de ella estaba el cofre que nos había pedido la malvada señora que capturó a nuestro padre. Todo iba bien hasta que Gretel sin poder resistirlo más cogió de la mesa varios pasteles. Entonces, la bruja se despertó y nos encerró. Tras las rejas había un montón de huesos de niños que la bruja ya se había comido. A continuación encendió fuego y cuando fue a coger a Gretel para cocinarle, yo empujé con fuerza la puerta y la golpeé con fuerza. Ella cayó al suelo inconsciente. Cogimos la pócima y salimos de allí, explicó Hansel.
- Si pero la malvada bruja que capturó a nuestro padre nos estaba esperando. Nos quitó la caja con la pócima y nos dijo que corriésemos todo lo que pudiésemos si no queríamos desaparecer como nuestro padre, dijo Gretel. Y eso hacíamos hasta que nos encontramos con vosotros.
- Está bien, dijo Blancanieves. No queremos haceros daño. Nos dirigimos al Puente de los Trols y queremos destruir a la malvada bruja. Haremos todo lo posible por ayudaros a encontrar a vuestro padre, pero mientras uniremos nuestras fuerzas para derrotar a la bruja que os ha separado de él.
Hansel y Gretel se miraron y aceptaron su propuesta. Los cuatro continuaron su camino hacia el Puente de los Trols, el puente que les llevaría hacía su liberación y la de todos los habitantes del reino.

Continuará...........

jueves, 4 de octubre de 2012

Blancanieves y la maldición de su madrastra III

Blancanieves agradeció al joven príncipe que la hubiese salvado de las garras de los cazadores de su malvada madrastra y le contó su historia:
-Después de morir mi padre, mi madrastra mandó llamar a un cazador al que sus padres habían abandonado  nada más nacer entre una manada de lobos. Pero lejos de hacerle trizas, los lobos le cuidaron, le alimentaron  y se convirtieron en su familia. El cazador desconfiaba de todos los humanos excepto de aquellas criaturas. La reina necesitaba una persona de corazón fuerte, sin escrúpulos y sin sentimientos que consiguiese arrancar mi corazón y entregárselo sin titubear. La reina mandó al cazador que me acompañase en uno de mis paseos por el bosque. Conseguí escapar, pero me encontró. Sin embargo, le di una nota para que se la entregase a mi madrastra después de que yo muriese. En ella le decía que la perdonaba por todo lo que me había hecho. El cazador lloró ante aquellas palabras y se apiadó de mi dejándome escapar.
-¿Y qué fue de él? -preguntó el príncipe.
-Días después me enteré por unos campesinos que el cazador había llevado a la reina un corazón de venado, pero ella lo descubrió. Su ira fue tan grande que ella misma le arrancó el suyo para que jamás volviese a tener sentimientos. -¿Y qué hay de ti? -le preguntó Blancanieves.
-El rey de los Mares del Sur me retó a que le llevase la cabeza de un enorme dragón. Si así lo hacía me entregaría a su hija en matrimonio. Lo hice pero ahora no estoy seguro de mis sentimientos y vago por estos bosques no sé muy bien porqué -le explicó a Blancanieves.
-Necesito cruzar el bosque y atravesar el Puente de los Trols para salir del reino. He de buscar aliados que me ayuden a luchar contra mi madrastra y encontrar a mi hija a la que metimos en el hueco de un árbol que la transportó a otro lugar, quizás a otro tiempo para ponerla a salvo -dijo Blancanieves. Mientras te lo piensas te invito a unirte a mi y a mi lucha, ¿qué te parece?
El joven príncipe aceptó sin dudarlo y juntos se encaminaron hacia el Puente de los Trols.

Continuará.........